Tipos de fosas sépticas
Las fosas sépticas fueron inventadas hace más de 100 años, específicamente durante el año 1860, a manos del francés Jean-Luis Mouras. Su efectividad ha hecho de ellas un elemento imprescindible en la construcción de edificaciones para el tratamiento primario de sus aguas residuales.
Si estás comenzando a construir tu nuevo hogar, o quizá estás realizando unas pequeñas renovaciones en casa que requieran de la compra de una nueva fosa séptica, necesitas conocer muy bien cuáles son los tipos existentes. Así podrás elegir la que mejor se adapte a tus necesidades.
Con el fin de ayudarte a tomar la mejor de las decisiones, hoy te lo contaremos todo acerca de los distintos tipos de fosas sépticas.
¿Qué es una fosa séptica?
Una fosa séptica es una cámara de tratamiento primario, a través de la cual se separan y transforman las aguas residuales, para eliminar los sólidos que se encuentran presentes en ella. Esto lo hacen a través de procesos de decantación y sedimentación (fuente: SustraiakGrupo).
Cabe destacar que las fosas sépticas se encuentran enterradas debajo de la estructura del hogar. Y son necesarias para mantener a una vivienda en condiciones salubres. Son mucho más comunes en las zonas alejadas que no disponen de un acceso directo al alcantarillado urbano.
¿Cómo funciona una fosa séptica?
Tal como te hemos explicado anteriormente, la función básica de las fosas sépticas es separar el contenido de las aguas residuales para su tratamiento. Para dar inicio a este proceso, las aguas negras deben ingresar a la fosa por su tubería de entrada.
Una vez allí, los materiales sólidos son separados de los líquidos. De manera que las bacterias sean capaces de actuar sobre los sólidos para desintegrarlos de forma progresiva.
Por otro lado, es muy importante sabes que las fosas sépticas requieren de un mantenimiento periódico para poder trabajar de manera correcta. Esto se debe a que aunque son muy eficaces, las mismas no son capaces de eliminar los residuos en su totalidad, por lo que estos pueden acumularse en su interior.
Sin embargo, esto puede resolverse de manera sencilla contratando los servicios de un camión cisterna especializado para su limpieza.
¿Qué tipos de fosas sépticas existen?
A través del tiempo y con los avances de la tecnología el funcionamiento de las fosas sépticas se ha ido mejorando cada vez más. Es por ello que contamos con varios modelos que pueden adaptarse perfectamente a diversos tipos de edificaciones.
Estos, por lo general suelen ser clasificados a partir de los materiales empleados en su construcción y también según la forma en la cual procesan los residuos. Para conocerlos mejor y elegir justo el que necesitas, a continuación te los describiremos.
Clasificación de fosas sépticas según sus materiales
Fosas sépticas de hormigón
Se trata de uno de los tipos más utilizados debido a su alta resistencia. Los tanques sépticos de hormigón son extremadamente seguros, ya que son totalmente herméticos. Por otro lado, son capaces de resistir la fuerza de flotación con mucha más entereza que otros materiales menos pesados.
Algo por lo que son muy recomendadas por los profesionales de la construcción, es que este tipo de fosas pueden bombearse incluso estando vacías y no habrá peligro de sufrir un colapso.
Por otro lado, si te decides por una fosa de hormigón no puedes dejar de tener en cuenta que al tratarse de un elemento muy pesado necesitarás contratar los servicios de una grúa. Además, de un número mayor de trabajadores para su montaje e instalación.
Fosas sépticas prefabricadas
Este tipo de fosas suelen ser mucho más livianas y fáciles de instalar que las de concreto. Sin embargo, el nivel de resistencia puede ser mejor. Es por ello que son las más recomendadas para el uso doméstico. Se dividen en varios subgrupos que a continuación te describiremos:
Fosas sépticas de fibra de vidrio
Otra alternativa bastante resistente son las fosas sépticas de fibra de vidrio. Las mismas se encuentran recubiertas con una capa bastante gruesa de resina, lo que le permite degradar de manera óptima los residuos sin sufrir daños mayores a causa de sus gases.
Estas suelen ser un poco más pequeñas y livianas que otros tipos, por lo que su instalación es bastante sencilla. Son comúnmente usadas en espacios alejados y de difícil acceso, ya que su transporte no requiere de mayores complicaciones.
Fosas sépticas de polietileno
Este tipo de fosas sépticas es la más ligera de todas. Además, cuenta con un material altamente resistente a la oxidación causada por los procesos de descomposición que tienen lugar dentro de ella.
Aunque son bastante livianas, requieren de una instalación muy meticulosa, ya que sus materiales son mucho más susceptibles que otros ante los daños estructurales.
Fosas sépticas de acero
El uso de las fosas sépticas de acero está cada vez más discontinuado. Ya que sus materiales son susceptibles a la oxidación y tienen un tiempo de vida útil máximo de 25 años.
Los expertos señalan que no son en absoluto recomendables. Ya que al corroerse pueden causar malos olores, a raíz de la fuga de gases que pueden resultar tóxicos y afectar la salud de quienes estén expuestos a ellos de manera constante.
Clasificación de fosas sépticas según técnicas de tratamiento
Fosas sépticas de acumulación
Se trata de un tipo de fosa séptica que solo puede realizar una sedimentación primaria. Lo que quiere decir que solo puede reducir los elementos sólidos del agua hasta un 35%.
Es por ello que su uso se limita sobre todo al almacenamiento de las aguas residuales. Por lo que necesita de manera constante servicios de vaciado y limpieza a cargo de una empresa especializada.
Fosas sépticas de filtro biológico
Este tipo de fosas cuentan con un rendimiento superior al anterior. Ya que están equipadas con filtros en su interior que pueden reducir los elementos sólidos del agua hasta en un 87%. Por lo que su mantenimiento es más económico y reducido.
Fosas sépticas de oxidación total
En la actualidad, este tipo de fosas se han convertido en las más recomendadas gracias a sus altos niveles de eficacia. Su sistema de recirculación de fangos ofrece un tratamiento superior a las aguas residuales, permitiendo una eliminación de residuos de hasta el 90%.